Parece un extraño título que hablará posiblemente de cuestiones metafísicas, o un tanto espirituales. Y así es. Con agrado o decepción para quien algún día pueda leer estas líneas, diré que así es, que así nací, que así crecí, que así me perdí, y que así gasto mis fuerzas de la mejor manera que sé… por encontrarme, por mantenerme, por abrazar mi verdadero ser y mi esencia, por observar lo que es y quien es, por disfrutar de su plenitud, por expandirla, por sentirla, por empaparme fuerte con ella y luego gritar en silencio donde el universo escucha y donde me reencuentro con aquellos que me bendijeron en el camino de comienzo y de regreso.

Perdiéndome, más que encontrándome… camino y duermo mi consciencia, creyendo saber a dónde voy, o lo que quiero, busco o encuentro…. Y lo cierto es que mi caótica mente, difícilmente encuentra la suficiente paz, para equilibrar, ordenar y expresar lo que realmente haya de ser expresado.

Ahora mismo me imagino en el instante en que decido venir a este mundo, encarnar en este personaje que fácilmente interpreto… Soy una bonita luz rodeada de seres que amo y me aman. Estoy entusiasmada ante la idea, emocionada, con unas ganas enormes de vivir una nueva aventura. Siento su mano sobre mi hombro… “Si en algún momento dudas, no tengas miedo, y si en algún momento sientes miedo, no sufras, yo estaré contigo, incluso cuando de mí te olvides”. Pero ¿qué dices? Olvidarme de ti, ¡Jamás! . Tres veces me negarás, antes de que el sol vuelva a brillar… Y así fue en mi vida, tres veces y muchas más pude llegar a negarlo en mi vida actual… ¡cuántas más no habrán sido, y que yo no pueda recordar!. Te he negado cada vez que quería morir, cada vez, que sólo la angustia se apoderaba de mi cuerpo y daba arcadas y temblores como si por un momento pudiera desintegrarse, desaparecer en el miedo… Te he negado cada vez que me creí fuerte y valiente, sin saber que eras tú quien actuaba con mi cuerpo… te he negado cada vez que me olvido del sentimiento que producía tu mano en mi hombro. Cada vez que te alejo, enfurecida y enfadada con la vida…, cada vez que un golpe o una injusticia me dolían, cada vez que acallaba mi mente con tristes noticias, cada vez que huía en palabrería.  Te he negado porque no recuerdo que “YO SOY EN TI, COMO TÚ ERES EN MÍ”

Pero no hace mucho tiempo, volví a sentirlo, a escucharlo, a experimentarlo… “YO SOY EN TI COMO TÚ ERES EN MÍ”.  Gracias por devolverme el don de ver tu presencia y permitirme disfrutarla en la UNICIDAD que creaste.

Donde comienza mi ser, solo hay una Palabra que lo puede describir : AMOR

Me podré olvidar, despistar mil veces, negarlo, pero eso no cambiará en absoluto mi verdadera esencia. Esa que empieza en TI Dios Padre, Madre, Universo, Energía, Fuente Divina, Inspiración y Espíritu, y de la que SIN DUDA FORMÓ PARTE.

¡Sí! Formo parte ya, porque intento trabajarme, hacer yoga, meditación, escuchar mantras, leer libros, practicar con mis amigas técnicas de liberación de emociones….. Por todo eso ya formo parte…  Y si esto fuera un mensaje de wasap, pondría las caritas de las risas para recalcar mi profunda ironía… y reírme de mí misma, donde he dado cabida a tan absurdas creencias.

Yo formo parte de esa Divinidad Encarnada, porque así es de origen, porque está en mi configuración primaria, porque como bien me explicó una persona que me ha ayudado muchísimo, somos gotitas de Dios que como lluvia NACEN desde LO QUE TODO ES.

Haga lo que haga, elija las creencias que elija, nada de eso cambiará mi realidad, ni la tuya.

Nuestra esencia es la que es, así la neguemos mil veces, así queramos apartarnos de ella… El retorno está asegurado… sea de la manera que sea, por lo que sólo le pido a Dios, que me ayude a mantenerme en su presencia, a mantenerme conmigo misma alineada, para llevar a cabo aquello que he de hacer sin tener que pasar por dolorosos recordatorios, consecuencias de mis actos, que me hagan aprender duramente quien YO SOY.