Si queremos enseñar a nuestros niños a gestionar las emociones, seamos nosotros los que realicemos previamente esa tarea.

¡BUENOS DÍAS CON ALEGRÍA!
Cuando comenzamos la clase, nuestros alumnos vienen con sueño, a veces sin ganas de estar allí, y es tan importante la actitud con la que se comienza el día, como que se sientan con ganas de estar en la escuela.
Venir a la escuela tiene que ser una verdadera oportunidad que les aporte no sólo conocimientos a nivel intelectual, sino globalmente a su persona.
Nuestro alumnado necesita sentir, no sólo dejarse llevar por las emociones de manera incontrolada, sino que necesita ser guiado en la experimentación de emociones positivas, de alegría, confianza, respeto y AMOR.
El amor es la energía que vibra con más intensidad tanto en los corazones de nuestros pequeños como en los experimentos realizados con plantas, como en nosotros mismos.
Para ello es necesario realizar anteriormente nuestro trabajo de preparación.
No se puede ofrecer ni enseñar lo que no se es o no se tiene. Esto está comprobado.
Podrás decirle a un niño, sonríe y sé feliz, pero si realmente tú no te sientes así, será imposible que ellos capten el verdadero significado de lo que queremos transmitir.
Y queremos educar no sólo para que sean capaces de tener conocimientos cognitivos, sino que desarrollen su máximo potencial de aprendizaje.
Si queremos enseñar a nuestros niños a gestionar las emociones, seamos nosotros los que realicemos previamente esa tarea.
Por tanto, comenzamos con nuestro trabajo personal:
- Antes de ir a trabajar, en algún momento de la mañana, cargaremos las pilas, en un pequeño momento de silencio, donde seamos capaces de apaciguar nuestra mente. Será como oxigenarla. De este modo se calman también nuestras emociones, ya que éstas surgen a partir de los pensamientos.
- Una vez oxigenada nuestra mente, y vaciada del estrés al que la sometemos con nuestras obligaciones y rutinas diarias… pasaremos a dirigir nuestros pensamientos, nuestras intenciones y consecuentemente, nuestras emociones. Las ideas que se pueden barajar serían las siguientes:
- Estoy en paz conmigo y con todo lo que me rodea.
- Soy un ser maravilloso, creado con perfección e infinitas posibilidades.
- Soy consciente de todo lo que me gustaría crear en mi día, mejorando. todas aquellas realidades que no me satisfacen.
- Voy a hacer lo mejor que sepa y pueda en cada momento.
- Mi esfuerzo consistirá en ser y dar lo mejor de mí misma.
- Confío en que todo fluirá para mi mayor bien y el de los que me rodean.
- Pondré amor en cada pensamiento, emoción y acto que tenga lugar.
- Vivo con alegría y humor, disfrutando de todo el proceso y las oportunidades que me regala la vida.
- Doy gracias por mi trabajo y tomo conciencia de la responsabilidad que tengo como educadora.
- Mis alumnos son seres maravillosos, únicos y con muchísimas capacidades. En su individualidad y diferencia radica su valor.
- Soy capaz de llegar a cada corazón de mis alumnos y ver su grandeza. Esto me posibilitará las herramientas para facilitarles el aprendizaje.
- Voy a comunicar mi confianza por cada alumno y alumna. Mis expectativas con respecto a su aprendizaje, serán positivas, poniendo en marcha todas las herramientas necesarias, para hacerlas realidad.
- Por eso mi propósito será: ser la mejor docente que pueda ser, mejorando día a día, innovando, renovando la ilusión y disfrutando de todo este proceso, que a mí misma aportará todo aquello que decida dar.
- Una vez que lleguemos al colegio, hagámoslo con una sonrisa sincera. Transmitamos nuestra alegría a toda la comunidad educativa. Amemos aquello que hacemos y que eso se refleje en nuestros gestos, en nuestras palabras, en nuestro caminar… De esa manera enseñemos también a nuestro alumnado a disfrutar con la escuela, con sus tareas, con sus aprendizajes. Y de paso, contagiemos y animemos con nuestra actitud al resto de la comunidad educativa. Educamos para ser personas felices, así que ¡decidamos serlo y enseñemos el camino!
Hasta aquí, resumidamente, he dado algunas pinceladas del trabajo personal previo, para llevar a cabo el trabajo con nuestro alumnado.
Nuestra actitud, aquello que decidamos experimentar, aquello que decidamos enseñar, aquello que decidamos ser… marcará todo el proceso de enseñanza-aprendizaje que llevemos a cabo en nuestra aula.
Las dinámicas que se proponen a continuación tienen como finalidad:
- Despertar a nuestro alumnado (que viene con sueño y pocas ganas de ponerse a trabajar)
- Decirles “Buenos días”, esto lleva implícito en su significado que “Hoy es un buen día”. Un buen día para disfrutar, para amar, para aprender, para trabajar, para esforzarse, para superarse, para avanzar, para ganar, para respetar…
- Que sientan la alegría y valoren la oportunidad que tienen de vivir emociones sanas y enriquecedoras a cada momento.
- Que sus maestros están para guiarlos en este proceso y que la escuela es un lugar maravilloso donde aprender y crecer.
- Que ellos son únicos y maravillosos, merecedores de todo el amor y respeto.
- Que sus compañeros también son únicos, maravillosos y merecedores de todo su amor y respeto.
- Que sepan comunicarse de corazón a corazón, donde las palabras no son necesarias, donde ellos se engrandecen al ver la grandeza de los demás.
- La comunicación de corazón a corazón soluciona cualquier conflicto y pone en paz y armonía cualquier emoción.
- Que su escuela y clase son un magnífico lugar para aprender y también merecedor de todo su amor y respeto.
- Que pueden confiar en ellos mismos y en sus capacidades para lograr aquello que se propongan.
- Desarrollar una buena autoestima y respeto por los demás.
- Que aprender es divertido y que el esfuerzo merece la alegría, desarrollando el aprecio por el esfuerzo y la superación.
- Que los pensamientos positivos crean mejores realidades que los negativos.
- Y que una buena actitud y emoción al comenzar el día, hace que se obtengan mejores resultados y conductas en cualquier proceso de enseñanza – aprendizaje.
DINÁMICAS PARA TRABAJAR AL LLEGAR A CLASE
- Lo primero es saludar con un “Buenos días con alegría, con mucho amor y humor”. Miraremos a los ojos a nuestros alumnos, haciendo un barrido con la mirada, de manera que se establezca un contacto visual con cada uno. Es imprescindible que la sonrisa se dibuje en nuestras caras y transmita toda la emoción de las palabras que decimos.
- Seguidamente le transmitimos un “Felicidades, porque hoy es el mejor día de tu vida”. Las primeras veces explicamos que es necesario un convencimiento claro de esta idea, haciéndoles ver el valor del “AHORA”, el presente es el momento que podemos crear y hacerlo de la mejor manera posible, dando y esperando “lo mejor”.
- Observamos sus caras y podemos conectar con las necesidades concretas de cada día y seguir utilizando las dinámicas que nos parezcan más apropiadas…
- Dinámica del abrazo: primeramente nos abrazamos a nosotros mismos diciendo… “¡ay cuanto me quiero!”, después abrazamos al compañero que tenemos al lado y le decimos… “¡ay cuánto te quiero!
- Juego de los abrazos: todos bailamos al son de una canción (de mensaje positivo y amoroso) y cuando la música para tenemos que abrazarnos al que tenemos más cerca. También podemos realizar la variedad en la que vamos pendiente de una persona, y cuando la música pare tenemos que ir rápidamente a abrazarla. Otra sería, cuando pare la música, nadie se puede quedar sin abrazarse, se formen los grupos que se formen…
- Dinámica del corazón: respiramos tres veces profundamente y seguidamente nos ponemos las manos en el corazón. En silencio guiamos con nuestras palabras para que conecten con toda la energía de su corazón y que sientan todo el amor y su energía. Después se abren los ojos y en silencio, por parejas, a través de la mirada se mandarán mensajes de amor, guiados por la maestra: “te quiero”, “eres maravilloso”, “eres único”, “te respeto”, “eres un tesoro”, …
- Dinámica de empoderamiento: miramos a los ojos a nuestros alumnos y les decimos uno a uno y mirando a los ojos, “Confío en ti”. Hacemos un barrido y después… decimos en voz alta, para que ellos repitan todos a la vez:
- Hoy es un maravilloso día.
- Doy gracias a la vida por este día y la oportunidad que tengo de aprender.
- Doy gracias por tener una familia, una escuela, unos compañeros con los que me divierto…
- Hoy voy a escuchar.
- Hoy voy a trabajar.
- Hoy voy a hacerlo lo mejor que pueda.
- Sé que lo voy a conseguir.
- “YO PUEDO, SOY CAPAZ, LO VOY A HACER… ¡REQUETEBIEN!”
- Canción de positividad con baile… Utilizar cualquier canción con un bonito mensaje que nos interese, trabajarla y realizar un pequeño baile-coreografía antes de comenzar nuestra tarea. Por ejemplo, yo he utilizado esta canción de “Dvicio” realizando los gestos con las manos:
“Tengo mi garganta, tengo mis manos
Tengo la luz por si no me ves
Tengo la fuerza, sigo cantando
Traigo la luz”
- Ahora sí, creo que nuestro alumnado tiene la suficiente motivación, confianza en sí mismo, alegría y energía positiva para afrontar el proceso de enseñanza – aprendizaje, desde una perspectiva que nos asegura un mayor éxito y superación, tanto en el aprendizaje, como en la gestión de las emociones.
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