Amarme a mí misma, amarse a uno mismo.
¿Cómo hacerlo sin perderse en el intento?.
Aceptar cada una de tus experiencias, cada una de tus creaciones, con la suficiente consciencia para darte cuenta de que cualquier miedo ha sido elegido por ti, que cualquier dificultad la pones tú en tu camino. Ese tú soy yo. Y ese yo eres tú.
Solo nos separa un pensamiento que se pierde en las ilusiones que el EGO crea.
Amarme a mí misma aceptando cada una de mis emociones, aceptando cada una de mis creaciones, las que me duelen y las que liberan mi alma.
Aceptar que hay días en los que todo se hace cuesta arriba y aceptar que aún así mi esencia, mi ser, mi alma, mi luz no puede ser afectada.
Mi esencia es divinidad, es unidad con el todo, es rayo en el amanecer y es sonido que se desplaza en el espacio y en el tiempo.
Mi esencia es el amor que nada es y que todo es a la vez.
Mi esencia es igual a la tuya.
Mi esencia no está separada de ninguna partícula de la creación.
Mi ser se funde en la nada del todo y vuela libre en mi propio abrazo.
Siente, siente tu propio abrazo, acaricia el tesoro de tu corazón, libéralo de absurdas cadenas que nada tienen que ver con la VERDAD.
La verdad no se puede alterar por más que dejes de verla. Está ahí esperando ser expresada en ti. Sí, te espera y me espera confiada que llegaremos a ella.
Confío que así será y mientras transito mi propio sendero, voy a amarme, en mitad de mi caos mental, voy a amarme y a sentir fuertemente esa emoción, hasta que termine de sanar cualquier herida que pudiera quedar.
Confío plenamente en la VERDAD. Sé que ella tiene grandes planes para ti y para mi.
Somos únicos en este momento donde nuestra parte ha de ser hecha y puesta al servicio de la totalidad.
No temas, yo sé lo que es el miedo y también cuál es la VERDAD.
La verdad de lo que ES Y SERÁ siempre triunfará. Y en solo un instante tu visión, mi visión cambiará y producirá la magia necesaria para crear la nueva realidad.
Es un instante de aceptar, de entregar, de soltar, de transformar y volver a crear…
Ámate lo suficiente para darte a cada segundo una nueva oportunidad.
VOY A AMARME, VAS A AMARTE… Y ENTREGAR A TU DIVINIDAD TODO LO DEMÁS.